EUROPA PRESS
MADRID
Barcelona lideró el año pasado las provincias españolas en las que se celebraron más matrimonios homosexuales con 740, seguida por Madrid, con 663, y Valencia, donde se oficiaron 213 uniones, según un informe de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).
A escala estatal, los matrimonios entre personas del mismo sexo se incrementaron un 10% durante el año pasado, cuando se celebraron 3.549 enlaces de este tipo frente a las 3.193 del 2007. La FELGTB estima en más de 12.000 las uniones registradas desde su legalización en el 2004.
El presidente de la FELGTB, Antonio Poveda, se ha mostrado satisfecho de este incremento de matrimonios que muestra, a su juicio, que "cada vez hay más personas que conocen este derecho y lo ejercen con libertad". Asimismo, ha señalado que los datos confirman que la ley "echa por tierra los pronósticos apocalípticos" de los sectores más conservadores de la sociedad "que decían que la familia y la sociedad estaban en peligro".
Conquista social
Poveda ha comparado el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo con otras "conquistas sociales", como la unión entre parejas interraciales o el sufragio femenino. "Estos derechos lo único que hacen es beneficiar a toda la sociedad, cada vez más abierta y plural", ha apostillado.
El informe, titulado Matrimonio en Igualdad, señala que el 80% de los matrimonios homosexuales celebrados el año pasado tuvieron lugar en 15 provincias, entre las que destacaron Barcelona (740), Madrid (663) y Valencia (213).
Diferencias entre comunidades
A la cola estuvieron las provincias de Teruel y Palencia, con dos matrimonios celebrados de este tipo, y Soria donde solo se registró un enlace entre personas del mismo sexo.
La organización ha incidido en esta diferencia entre provincias y ha señalado que en Catalunya, Madrid y Canarias se celebran de media cuatro matrimonios homosexuales más por habitante que en regiones como La Rioja, Galicia, Extremadura o Castilla y León.
Para la FELGTB, estas diferencias responden a "la existencia de barreras sociales" para casarse en comunidades como Castilla y León, Extremadura, Galicia o La Rioja, regiones con una una tasa de matrimonios homosexuales notablemente inferior al resto.
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