miércoles, 13 de enero de 2010

Portugal aprueba los matrimonios gais

EL PERIÓDICO
BARCELONA
Los votos en bloque de los partidos de la izquierda portuguesa, con la excepción de dos diputadas independientes que votaron en contra, consiguieron la aprobación del matrimonio homosexual en Portugal, legalizado en España en 2005.
La proposición de ley presentada por el Partido Socialista (PS), que gobierna en minoría con 97 de los 230 escaños, contó con 125 votos favorables gracias a la suma de los votos con el Partido Comunista de Portugal (PCP), el Bloque de Izquierda (BI) y los Verdes (PEV). Por contra, los diputados de la principal fuerza de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD), rechazaron la proposición –excepto siete que se abstuvieron–, junto con el partido conservador Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP).
Las reacciones tras la votación no se hicieron esperar y el primer ministro portugués, José Sócrates, lleno de júbilo, afirmó que «trata de un momento histórico» para el país en el «combate contra la discriminación y la injusticia que existía en la comunidad lusa». Según Sócrates, el proyecto supone también la materialización del espíritu humanista: «Combatir las injusticias de los otros como si fuesen injusticias propias y combatir las normas legales que impiden la igualdad».

NUEVOS AIRES Y REVESES / La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo ya había sido propuesta en 2008 en el Parlamento portugués de la mano del Bloque de Izquierda (BI) y los Verdes (PEV). Sin embargo los socialistas con mayoría absoluta y liderados por Sócrates negaron su apoyo al no estar en su agenda política de entonces.
Ahora en la agenda política de la Asamblea de la República lusa tampoco figuran tres proyectos que fueron rechazados, con especial énfasis en el más conflictivo y motivo de disputas: la adopción por parte de parejas de homosexuales. Mientras el BI y el PEV consideraban «inconstitucional» no reconocer la adopción, el partido comunista y los socialistas rechazaron de pleno tal derecho.
Además, el Parlamento también votó en contra del proyecto del PSD para la creación de una unión civil que no se denominase matrimonio y con algunas restricciones patrimoniales y parentales respecto al matrimonio homosexual aprobado. Y la propuesta, presentada por más de 9.000 personas, para la celebración de un referéndum sobre el matrimonio homosexual también fue desestimada por la izquierda lusa.
Ahora el próximo paso es su promulgación en un plazo de 40 días por el presidente de la República, el conservador Cavaco Silva, que ha rehusado pronunciarse sobre la ley, pero que sí ha subrayado que su atención está «en otros problemas». En caso de veto, la norma regresará al Parlamento y deberá ser aprobada por mayoría absoluta.

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