Las chicas de la radio

La pionera Amani el Tunsi, en el centro, acompañada de cuatro colaboradoras de la emisora. Foto: KIM AMOR


# • Un grupo de jóvenes egipcias crean una emisora en internet solo para mujeres
# • Los temas sociales que abordan han interesado ya a 25.000 oyentes en solo cuatro meses

KIM AMOR
EL CAIRO

La idea que tuvo Amani el Tunsi le ha dado muy buenos resultados. Hace apenas cuatro meses puso en marcha una singular emisora de radio por internet. "Nunca imaginé que creceríamos tan rápido. Ya tenemos más de 25.000 oyentes", dice satisfecha, minutos antes de poner en marcha su ordenador portátil.
Tunsi está sentada en la habitación que utiliza como estudio. El suelo está cubierto por una moqueta roja y de una de las paredes, pintada de rosa, cuelga el logotipo de la emisora: un rombo amarillo con la silueta en negro de una joven con un micrófono y unos auriculares. En árabe está escrito el nombre de la radio Banat wi Bas (Solo chicas) y en inglés, la palabra Attention (Atención).

Cambio de mentalidad
La radio que fundó y dirige desde el pasado mes de julio esta informática de 25 años es la primera en Egipto hecha por mujeres. El contenido de los programas va dirigido principalmente a las jóvenes egipcias. "El objetivo de esta emisora es cambiar la mentalidad de las chicas de mi país, conseguir que tengan criterio propio y que logren ser más independientes", explica Tunsi. Para conseguirlo cuenta con un total de 20 colaboradoras, de entre 15 y 50 años de edad. Ya sea individualmente o en parejas, todas aportan ideas y participan en diferentes programas. Solo hay un espacio, de una hora semanal, reservado a los hombres. Lo presenta Ahmed Soo, un diseñador gráfico de 31 años.
La temática de la emisora es muy variada, pero en ningún caso centrada en la religión, la política o el sexo. "En esta emisora no distinguimos entre musulmanas y cristianas, y nos interesan más los temas sociales que los políticos", señala Tunsi. "Esta es una sociedad muy conservadora y la gente tendría un idea equivocada de nosotras si abordáramos temas relacionados directamente con la sexualidad", aclara. "Además, no creo que estemos preparadas para ello".
Faltan pocos minutos para la una de la tarde, y Tunsi está a punto de poner en marcha el primer programa del día, junto a Hadil Amin, una de sus principales colaboradoras. Está dedicado a los problemas que a menudo surgen entre los padres y los hijos. Como todos en esta emisora, es un espacio abierto, en el que las oyentes, las verdaderas protagonistas, exponen sus puntos de vista y explican sus experiencias a través de mensajes de internet o en directo por teléfono. "Este programa pone en evidencia el poco diálogo que hay en el seno de las familias, lo que lleva a muchas chicas a mentir a sus padres de mentalidad conservadora por falta de confianza", explica Amin.
De 22 años y estudiante de química, Amin tiene a su cargo otros dos programas, ¿Quién eres tú?, dedicado al horóscopo, y Qué vida más terrible, que aborda los problemas que genera vivir en una sociedad patriarcal donde la mujer es "considerada como ciudadana de segunda". El acoso sexual en la vía pública o en el trabajo --habitual en Egipto-- es uno de los temas más recurrentes. Y más ahora cuando, por primera vez en la historia moderna del país, un tribunal judicial acaba de condenar a tres años de prisión a un hombre por acosar en plena calle a una joven.
La parrilla de la emisora incluye también un espacio dedicado a la moda --el velo islámico-- y otros en los que el tema estrella son las relaciones de pareja. Se discuten los trucos que utilizan algunos hombres para engañar a las mujeres o se dan consejos de cómo distinguir una verdadera y honesta declaración de amor. "Las chicas egipcias solo piensan en casarse. Creen que es la mejor manera de tener éxito en la vida. Esta especie de obsesión les impide progresar socialmente", señala Tunsi. Ella reivindica el "matrimonio por amor" frente a los enlaces pactados.

Independencia femenina
El lado masculino lo pone Soo, quien presenta cada jueves el programa Solo hombres, el contrapunto a las emisiones de sus colegas femeninas. Se sumó al proyecto desde un principio. Lo tuvo fácil. No solo comparte "la filosofía de la emisora" sino que además reside en el mismo edificio donde tiene la sede Banat wi Bas, en el barrio de Nuevo Maadi, al sur de El Cairo. En su opinión, es importante que la mujer egipcia logre desprenderse de la influencia que ejercen sobre ellas los hombres y que "sean capaces de decidir por sí mismas".
Como resultado del éxito de la emisora, Tunsi ya piensa en conseguir una licencia para emitir por FM. Emitir únicamente por internet limita mucho su acción, ya que solo una minoría de jóvenes, las de clase media y alta, disponen de ordenador en casa. "Cada mujer necesita un ámbito privado en el que hablar y discutir de sus cosas, y esta emisora se lo da", dice Tunsi. "Aquí prestamos atención a nuestros problemas, inquietudes y deseos y hacemos que se nos oiga. Esta una emisora cercana al corazón", asegura.