• El museo ofrece la primera retrospectiva en Europa de la artista norteamericana • Su obra ataca las guerras, de Vietnam a Irak, y la violencia contra las mujeres
ROSARIO FONTOVA
BARCELONA
Nancy Spero dibuja mujeres que sacan una lengua afilada y roja. Es una forma de darles voz, de sacarlas de la invisibilidad, del recato y de la sumisión. Spero (Cleveland, Ohio, 1926) considerada pionera del arte feminista, protagoniza la primera gran retrospectiva que se le hace en Europa, Dissidances, organizada por el Macba (Museu d'Art Contemporani), donde estará hasta el 24 de septiembre para pasar después al Museo Nacional Reina Sofía de Madrid.
Aquejada de una enfermedad degenerativa, Spero, que vive en Nueva York, no ha podido viajar a Barcelona, ciudad que conoció en los años sesenta cuando vivía en París con su marido, el pintor Leon Golub, y sus hijos. Pero desde la distancia ha supervisado la exposición, comisariada por Manuel de Borja-Villel, director del Reina Sofía, y por Rosario Peyró. Spero parece todavía una figura incómoda, incontrolable (en EEUU, incluido el Witney Museum no se han interesado por la muestra), aunque su visión de la realidad política sigue igual de combativa.
Durante la guerra del Vietnam dibujó bombas que caían de helicópteros y aviones, con inscripciones extraídas del lenguaje soez de los marines y personajes voladores que recuerdan a las brujas de pesadilla que creó Goya. Y la exposición finaliza con una instalación móvil, a base de cabezas torturadas, que se refiere a la guerra de Irak. En ambos casos, muestra su repulsa por la abyección de la violencia, que identifica con la sangre o las heces.
Cuando sus colegas de generación --Sol LeWitt, Carl André-- optaban por el minimalismo, Spero se interesó por la poesía simbolista de Stephane Mallarmé y por la personalidad torturada de Antonin Artaud. Durante varios años trabajó en un ciclo, Artaud paintings, inspirado en su poesía donde combinaba texto e imagen. Integrada ya en el movimiento feminista y empeñada en alejarse del lenguaje patriarcal, desarrolló la obra Torture of Women donde mostraba su horror por las víctimas de las dictaduras latinoamericanas o su compasión por Marie Sanders, la muchacha que se enamoró de un judío y fue torturada por la Gestapo y a quien Bertold Brecht inmortalizó en un poema.
DANZARINAS A
partir de los años ochenta la obra de Spero se aligera y se nutre de figuras danzantes exclusivamente femeninas extraídas de motivos de la arqueología universal. Delicadas diosas que bailan exhibiendo su sexualidad, de las culturas egipcia o mesopotámica, coinciden con mujeres chinas o africanas en hermosos murales alargados, que dan una impresión de ligereza y felicidad. Más ironía se detecta en Sheela-Na-Gig at home, donde instala una cuerda de tender con bragas y sujetadores junto a un poema feminista. Azur, de 2002, es un collage gigante donde los motivos abstractos se fusionan con diosas hindús y fotos de partisanas soviéticas.
Del 4 de Julio al 24 de Septiembre del 2008.
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